La adicción es la enfermedad del autoengaño. Avanzando en este conjunto de artículos que tienen como objetivo el aprender a desenmascarar la enfermedad adictiva, hoy trataremos aquellos que consisten en culpar a los demás de los problemas familiares, económicos, de memoria, laborales, físicos… provocados por las drogas.
Muchas veces hemos oído de labios de los que padecen adicción frases auto justificadoras como: “Se me olvidan las cosas porque ya no tengo 20 años (no a causa de la droga)”; “Me han echado del trabajo porque Fulano es un pelota y un trepa (no a causa de la droga)”; “En casa nadie sale, y les da rabia que yo salga un rato con mis amigos”.
Discursos de este tipo son frecuentes en las relaciones y convivencia con personas que tienen una adicción. La droga siempre pasa factura, a nivel cognitivo, familiar, laboral, económico, relacional, etc. El adicto es el primero que lo sabe aunque no pueda evitarlo.
Es posible que al principio no sea consciente, pero en poco tiempo se sienten comprometidas por su adicción y consumo todas las facetas de su vida. Aunque el adicto lo sepa, lo niega e intentará “echar balones fuera” achacando los motivos de esa desestructuración a otras causas que no sea la droga.
¿Cómo actuar?
Después de identificar estos pensamientos engañosos y familiarizarse con ellos, tocaría ahora plantearse lo siguiente: ¿Es tan descabellado pensar honestamente en la posibilidad de que la droga tuviera algo que ver en esos problemas? Seguramente algún familiar cercano o un amigo de verdad te ha dicho alguna vez que quizás esos problemas no sean debidos a lo que tú piensas sino a otra cosa (la cocaína, los porros, el alcohol…). ¿No crees que puede tener algo de razón?
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