Existen varios tipos de adicciones según sea con sustancia o sin sustancia. Las primeras son llamadas también químicas, puesto que media el consumo de una sustancia estupefaciente en dicha conducta. Dentro de éstas, cada sustancia está englobada dentro de un grupo según afecten al sistema nervioso central (estimulantes, depresoras, alucinógenas). Las adicciones sin sustancia, también llamadas comportamentales o conductuales, son aquellas en las que no existe consumo de droga propiamente dicho. Sean de una u otra índole, existen unas características comunes a todas las conductas adictivas. Estas son:
1. La obsesión frente a un objeto, actividad o sustancia.
2. La búsqueda insistente del compromiso, a pesar del daño.
3. La compulsión a involucrarse con la actividad, la realización de dicha actividad una y otra vez, aun si la persona no lo quiere o sabe que le resulta difícil interrumpirla.
4. Síntomas de abstinencia después del cese de la actividad, incluyendo ansiedad, irritabilidad, inquietud, anhelo, desesperación y ánimo deprimido.
5. Pérdida de control. La persona no parece tener control de cuándo, cuánto tiempo y en qué medida va a continuar con la conducta.
6. La persona frecuentemente niega el problema que le genera su relación con la sustancia o actividad, aun cuando otros pueden ver los efectos negativos.
7. La persona oculta la conducta problemática ante su familia o allegados.
8. Ánimo deprimido y baja autoestima.
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