La recaída, así como el proceso de recuperación y la adicción, es un proceso. Las personas no recaen de un momento a otro; primero van generando una serie de cambios que van facilitando la pérdida de libertad que conduce nuevamente al consumo. El proceso de recaída en adicciones es una secuencia gradual de pasos que finalizan con la vuelta al consumo adictivo. Algunos definen también recaída como la tendencia o el impulso siempre presente en el adicto/la adicta que le lleva a repetir patrones conductuales previos a la recuperación. Se puede decir que la recaída es un proceso que se lleva a cabo primero en el pensamiento, después en la emoción y por último en la conducta y que finaliza en la violación de la abstinencia.
La duración del proceso de recaída
La duración de este proceso es variable en cada persona y dependerá de cómo esté realizando su proceso de recuperación. Para algunos el proceso dura tan solo unos días, para otros puede durar meses enteros e incluso años. Pero lo que sí común a todos es que sólo entra en proceso de recaída una persona que ha cambiado; aquel que nunca cambia sólo está descansando, calmando su entorno y alistándose para volver a la misma vida, incluso si está interno en una clínica o en una comunidad terapéutica puede estar simplemente esperando un tiempo, tomándose un respiro y reorganizando algunas condiciones estropeadas para retomar su vida.
Lo normal en una persona que se está recuperando de una adicción es que viva procesos de recaída; si no vive procesos de recaída, sencillamente tal vez nunca tuvo una adicción. Ahora bien, que sea normal que viva procesos de recaída no quiere decir que vuelva al consumo, pues, como se dijo anteriormente, la recaída es un proceso que va avanzando hasta finalizar en la vuelta al uso adictivo.
Características de la recaída
La recaída tiene una serie de características:
- Es un proceso: Se desarrolla paso a paso y finaliza con el consumo adictivo.
- Es progresiva: Una vez la persona se acostumbra a estar en una fase del proceso, es más fácil que siga avanzando a la siguiente.
- Es sutil y engañosa: Se van normalizando muchas cosas del proceso hasta que el riesgo se olvida.
- Es diagnosticable: Se puede evaluar el nivel en el que se encuentra.
- Puede detenerse: Es posible parar la progresión del proceso.
- Es reversible: Una vez se detiene el proceso puede retomarse la recuperación a un buen nivel.
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